Recientemente, y por invitación expresa, Ultrasónico participó en un Tributo a Gustavo Cerati, músico argentino en el cual se aglomeraron diversas bandas y exponentes de la música para interpretar un puñado de canciones tanto de su material con Soda Stereo, como de sus entregas como solista.
Normalmente, este tipo de tributos me han parecido siempre sospechosos; curiosamente aparecen cuando existe la necesidad de vender un poco del catálogo del artista homenajeado o bien, intervienen en él exponentes del mismo género en el que se desempeña a quien se rinde el tributo.
El tributo a que me refiero, tiene sus particularidades que vale la pena señalar:
1.- No fue concebido por casa disquera alguna. Es más, con seguridad pudiera ser ilegal en más de un sentido, hablando claro de los derechos de autor, pues dudo que nadie de los organizadores o participantes hubiere obtenido autorización alguna para esto.
2.- Las bandas y músicos que participaron en el tributo, no cuentan con sellos discográficos que los respalden. La totalidad de las grabaciones enviadas fue realizada por cada banda, de acuerdo a sus posibilidades técnicas, sus recursos e imaginación. No hubo línea “artística” que seguir ni presiones de tipo alguno respecto a esta participación.
3.- Los exponentes que participaron no pertenecen al mismo género musical.
4.- Salvo casos que quedan ser la excepción, jamás hemos visto personalmente (y lo digo por Ultrasónico) a los productores del programa, a su conductora ni a los músicos con quienes compartimos cartel (lo cual, por cierto, es una pena).
¿Como entonces, es que un evento de este tipo puede concebirse casi como generación espontánea y ser aceptado por personas de diversas condiciones y preferencias musicales? Seguramente la explicación está en la importancia que la música de Gustavo Cerati tiene para cada uno de los involucrados. La subjetividad aplica sin duda en todo esto: ¿Porqué me gusta?, ¿Cuáles canciones me gustan?, ¿Qué me significa el catálogo de este artista?
El resultado es un ecléctico telón de fondo para el músico que compuso las piezas que se escuchan en el programa. El verdadero protagonista es él y su música. Nosotros fuimos meramente hilos conductores para hacer presente, cual sesión espiritista (si me permiten la expresión), de una voz que hoy está silenciada, y de la cual nadie sabe si volverá a escucharse.
Al margen de entrar en introspecciones para describir lo subjetivo del sentir de cada quien al participar en esto, permítanme decir que sin duda, la afinidad con la música de Cerati es la perfecta amalgama del proyecto, y por supuesto, la dedicación de quienes participaron en el. El darle de nuevo voz a quien no puede expresarse, es lo que más me ha impactado. Gustavo (así, sin apellido y refiriéndome por supuesto a la persona, no al artista), no puede, a la fecha en que esto se escribe, hablar o comunicarse en forma alguna con quienes le rodean. Probablemente nunca más lo haga.
La inmensidad de su realidad es tal que en lo personal, me deja un sabor agridulce el hecho de participar en un tributo a alguien que no ha muerto aún. Los tributos de este tipo se acostumbran después de la muerte, por lo general. De cualquier manera, el resultado es el mismo: el no puede escucharlo. No obstante, esta labor de amor, afinidad, empatía o como gusten llamarla, existe. Y si se piensa de otra forma, cualquier sentimiento positivo es mejor a nada. Así fue concebido el tributo, con esa premisa se participó y bajo la esperanza se acobijó el esfuerzo. En realidad, no importa si Gustavo escucha o no el tributo. No. Me importaría mas, saber que se recupera y que podrá tocar su guitarra.
Zoom Final (Tributo a Cerati) by Ultrasónicomx
Y escucha Music Lovers.
Normalmente, este tipo de tributos me han parecido siempre sospechosos; curiosamente aparecen cuando existe la necesidad de vender un poco del catálogo del artista homenajeado o bien, intervienen en él exponentes del mismo género en el que se desempeña a quien se rinde el tributo.
El tributo a que me refiero, tiene sus particularidades que vale la pena señalar:
1.- No fue concebido por casa disquera alguna. Es más, con seguridad pudiera ser ilegal en más de un sentido, hablando claro de los derechos de autor, pues dudo que nadie de los organizadores o participantes hubiere obtenido autorización alguna para esto.
2.- Las bandas y músicos que participaron en el tributo, no cuentan con sellos discográficos que los respalden. La totalidad de las grabaciones enviadas fue realizada por cada banda, de acuerdo a sus posibilidades técnicas, sus recursos e imaginación. No hubo línea “artística” que seguir ni presiones de tipo alguno respecto a esta participación.
3.- Los exponentes que participaron no pertenecen al mismo género musical.
4.- Salvo casos que quedan ser la excepción, jamás hemos visto personalmente (y lo digo por Ultrasónico) a los productores del programa, a su conductora ni a los músicos con quienes compartimos cartel (lo cual, por cierto, es una pena).
¿Como entonces, es que un evento de este tipo puede concebirse casi como generación espontánea y ser aceptado por personas de diversas condiciones y preferencias musicales? Seguramente la explicación está en la importancia que la música de Gustavo Cerati tiene para cada uno de los involucrados. La subjetividad aplica sin duda en todo esto: ¿Porqué me gusta?, ¿Cuáles canciones me gustan?, ¿Qué me significa el catálogo de este artista?
El resultado es un ecléctico telón de fondo para el músico que compuso las piezas que se escuchan en el programa. El verdadero protagonista es él y su música. Nosotros fuimos meramente hilos conductores para hacer presente, cual sesión espiritista (si me permiten la expresión), de una voz que hoy está silenciada, y de la cual nadie sabe si volverá a escucharse.
Al margen de entrar en introspecciones para describir lo subjetivo del sentir de cada quien al participar en esto, permítanme decir que sin duda, la afinidad con la música de Cerati es la perfecta amalgama del proyecto, y por supuesto, la dedicación de quienes participaron en el. El darle de nuevo voz a quien no puede expresarse, es lo que más me ha impactado. Gustavo (así, sin apellido y refiriéndome por supuesto a la persona, no al artista), no puede, a la fecha en que esto se escribe, hablar o comunicarse en forma alguna con quienes le rodean. Probablemente nunca más lo haga.
La inmensidad de su realidad es tal que en lo personal, me deja un sabor agridulce el hecho de participar en un tributo a alguien que no ha muerto aún. Los tributos de este tipo se acostumbran después de la muerte, por lo general. De cualquier manera, el resultado es el mismo: el no puede escucharlo. No obstante, esta labor de amor, afinidad, empatía o como gusten llamarla, existe. Y si se piensa de otra forma, cualquier sentimiento positivo es mejor a nada. Así fue concebido el tributo, con esa premisa se participó y bajo la esperanza se acobijó el esfuerzo. En realidad, no importa si Gustavo escucha o no el tributo. No. Me importaría mas, saber que se recupera y que podrá tocar su guitarra.
Zoom Final (Tributo a Cerati) by Ultrasónicomx
Y escucha Music Lovers.
No funciona el reproductor. Al menos en estos momentos que lo estoy intentando. ¿Está subido a algún otro servicio de audio online?
ResponderEliminarSaludos.
Que tal José.
ResponderEliminarEl código esta bien, lo acabo de revisar. He notado que ese servicio de "twitt-audio" falla bastante, antes cuando se "embidea" el player al blog y ahora directamente desde su sitio, no se reproduce.
Gracias por el aviso, vere otras opciones.
Saludos.
Descubri algo... le das play y tarda algo de tiempo en empezar a reproducir.
ResponderEliminarSaludos.
Quejas, y mas quejas...jajaja. Y del texto de la entrada, alguna opinión?
ResponderEliminarQue no llegue Cerati a escuchar nunca el tributo no oficial que habéis montado... Eso es discutible. ¿Por qué no?
ResponderEliminarCuando se trata de un tributo, la Ley debería respaldar más a los que realizan el tributo que al titular de los derechos, y más cuando se hace sin ánimo de lucro, como es el caso. ¡Encima que es casi publicidad gratuita!
Jossy, tu entrada merecía una lectura detenida, y hasta ahora mismo no la había podido realizar, por eso no comenté sobre ella. Por cierto, tienes estilo escribiendo, me refiero a estilo propio. Y haces gala de un amplio vocabulario también.
Por cierto, sigo esperando para que reproduzca... Y ya va casi un mes, y no escucho nada :D
PD: he conseguido descargar el archivo desde twuad.io, ahora a esperar a poder escucharlo en condiciones, ¡je, je, je!
Saludos de nuevo.
José, recién veo tu comentario y coincido con lo que dices, la Ley debería de ser mas laxa en estos casos. Gracias!
ResponderEliminarPor cierto, finalmente escuchaste el archivo?
Un abrazo.
Chicos... ¡Por fin logré escuchar vuestra versión! Pero no ha sido precisamente con ese reproductor que tenéis de Twittaudio.
ResponderEliminarCuando se escucha una versión o cover normalmente se tiende a comparar con la original, si uno la conoce. Pero en mi caso, confieso no haber escuchado prácticamente nada de Soda Stereo ni de Gustavo en solitario. Así que escuché la versión primero sin comparar con la original, y la debéis haber llevado muy bien al terreno de Ultrasonico, porque hubiera pasado por propia, de no saber que se trataba de un cover.
Una vez he escuchado la original (o al menos, una de las versiones que he encontrado en Goear), descubrí que pasáis directos a la primera estrofa, ¿verdad?, descubro un solazo de guitarra y las voces las he entendido mucho mejor que en la original. Muy buena interpretación, al igual que guitarras, bajo y batería. Me da la sensación de que con menos elementos conseguís llenar la mezcla a la perfección.
Buen trabajo y a la espera de otro, eso sí, buscar otro reproductor ;)